Y esta soy yo, una especie en extinción tan real como la vida. Una chica que no está agusto consigo misma, porque sabe que cada día puede superarse más. Porque sabe que no puede dar el cien por cien, sino el mil por mil. Porque quiere saber donde está su límite, es más, quiere saber si de verdad tiene límites. Porque quiere conseguir lo que se propone, porque no quiere ser mejor que nadie, sino mejor con ella misma. Porque tenemos que superarnos y dar lo mejor de nosotros mismos. Tenemos que ser únicos y dejar huella a esto que le llaman vida.
Que no se pierda la bonita costumbre de abrazar cuando nadie lo pide pero más lo necesita, ni tampoco los besos de buenas noches y las buenas noches de besos, tampoco a las sonrisas sin razón, ni a las caricias. Y mucho menos de seguir a lo que sientes, a lo que te mueve, a las ganas. Porque estamos aquí, pero tampoco por mucho tiempo. Y que no se olvide el placer de decidir y elegir, porque somos animales, somos instinto y hay que dejarse llevar.