09 agosto 2015

Cada vez que te arañe el destino;



Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar el alma, y uno aprende que el amor no significa acostarse, y una compañía no significa seguridad y uno empieza a aprender. 
A aprender que los besos no son contratos y los regalos no son promesas; y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos, y a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno del mañana es demasiado inseguro para planes y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad. 
Y despues de un tiempo uno aprende que si es demasiado, hasta el calorcito del sol quema. Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores. Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende y aprende...y con día uno aprende.