18 octubre 2014

Gracias;



¿Y qué decirte que no sepas? Desde que apareciste en mi vida, nunca he querido que te marcharas. Desde el día que te conocí no he conocido otra persona como tú, tan especial. Que no te cambiaría por todo el oro del mundo ni por mil cosas que deseo tener. Eres lo que siempre he querido, lo que raramente se encuentra, porque mientras otros me hacían daño, ahí estabas tú sanandome las heridas.