Que si, que hay veces en las que deseo dar marcha atrás y aprovechar esa oportunidad que tuve contigo, aprovechar cada segundo, saber de ti en cada segundo y decirte lo que ya te echaba de menos al segundo siguiente, que hay veces que necesito decirte lo que siento, lo tanto que te echo de menos, lo bien que me haces sentir cuando te escucho, lo rápido que me va el corazón cuando te veo, todos esos momentos que me recuerdan a ti, y si… todavía espero eso ultimo que no me pudiste dar.
He llegado a la conclusión de que realmente nadie me conoce. Que todos creen que me conocen, pero se equivocan. No saben que soy muy sensible, que cualquier cosa me afecta muchísimo. Que odio los problemas. No saben que soy de las que piensa que las cosas siempre se arreglan hablando y no con la violencia. Que no saben, que me tiro horas y horas llorando por asuntos del pasado. Que no saben, que me ilusiono muy rápido y que eso me jode. Que soy fuerte, pero no de hierro. Que se creen que soy feliz, que aunque lo aparento, realmente me estoy matando por dentro. Que todos dicen mucho, pero hablan poco. Que no saben nada, nada de mí.
Y te das cuenta de que muchas cosas de esta vida son falsas. Personas que te dicen que te quieren y al otro día ya te han olvidado, personas que te dicen que para siempre y parece que el para siempre dura dos días. Personas que te quieren solo para lo que les interesa. Personas que te hacen mucho daño. Personas que no darían ni un puto paso por ti, que no moverían ni una piedra. ¿A si? Pues vale, ahora me toca a mí, a joder a los que un día me jodieron a mí, a decir millones de cosas y no callarme ni un pensamiento. Que si os jode, pues se jodeis. Más me habéis jodido a mí. Que ahora me toca a mí ser egoísta, pensar solo en mí, en la gente que me quiere y en mi felicidad. Que lo único que me importa es mi felicidad, ni el amor, ni nada más. Que mi felicidad depende de mucho, pero no de personas falsas. Que dicen que la venganza se sirve en una plato frío pues yo la sirvo en un plato congelado.
Lo realmente importante no son regalos, ni promesas, ni mensajes, yo sólo quiero un poquito de la esencia de alguien invertida en mí tiempo. Puedo parecer la persona más exigente, pero luego me sorprendo a mi misma cuando me doy cuenta de que en realidad, me conformo con muy poquito. Soy una persona soñadora, luchadora, algo utópica. A veces me cuesta aceptar que no se puede confiar en nadie del todo, y fallo, pero más fuerte me siento. Supongo que tengo mucha paciencia y a veces eso hace que la única manera de aprender sea a golpes. Tengo mi propia forma de querer, es esa, la que puedo enseñar, y no sé querer de otra manera. Me asustan infinidad de cosas, pero intento superarlas a cada paso que doy, y nunca huir de ellas. No quiero ser peor o mejor que nadie, sólo quiero ser yo en un mundo de apariencias. No sé olvidar, y sé que hay cosas que no me serviría de nada intentar olvidar, pues a ciencia cierta se, que son cosas indestructibles. Mantengo algún secreto escondido por miedo a que puedan romper su poder. Sé de sobra lo que puede y lo que no puede hacerme feliz, y casualmente, las cosas que lo consiguen, siempre me hacen llorar, pequeñas grandes cosas contradictorias, pero son esas cosas las que me hacen feliz, que no dejarán de serlo, por mucho que me aleje de ellas, y sólo tengo una vida, una vida en la que quiero ser feliz.
Las cosas que nunca aprendí, me las ha ido descubriendo el tiempo, y he ido emprendiendo un viaje rumbo a mi misma, con sueños e ilusiones realmente fuertes, con un alma que peca de libertad, buscando palabras que saquen su esencia. Creo en la magia que transmiten las personas, mantengo una pizca de esperanza en el presentimiento de que siempre acabará llegado algo bueno, porque siempre hay algo más allá, y siempre es esa la razón por la que vivo. Si quieres, podrás sentarte a hablar conmigo, pero de corazón a corazón.
Querer tener una persona a tu lado, una persona que pase lo que pase siempre este a tu lado. Una persona, si, talvez un chico. Necesitar a esa persona que te diga “Buenos días princesa” y te de un beso en la mejilla. Que por las noches te diga “Mi amor, que sueñes con los angelitos”. Necesitar a una persona que te haga la chica más especial de mundo, la más feliz, la que con una palabra se rinda a tus brazos. Que te haga sentir la chica más especial del universo. Necesitar que te diga te quiero, pero no con palabras, con hechos. Necesitar a esa persona para olvidar todo el daño que te hicieron en un preciso momento de tu vida. Necesitar a esa persona para olvidarte de los problemas, de las personas que te hicieron daño, de las críticas de la gente sin vida propia, del mundo. Necesitarla para romper el mito de que los para siempre no existen.
No temes querer, temes que no te quieran, temes el hecho de querer a alguien y que ese alguien no sienta ese sentimiento con tanta fuerza a como tu lo sientes, temes que ese amor se marche de tu lado, que lo poco que tenias de él acabe en nada por intentar siempre conseguir algo más, tienes miedo a que te hagan daño y no lo puedes negar... Tienes miedo a tomar la decisión incorrecta, de equivocarte y que no se pueda solucionar, pero nada depende de ti. Tú puedes mentirte, taparte los oídos para no escuchar lo que la gente te grita, puedes cerrar los ojos al mirarlo e incluso puedes estar con otras personas sabiendo que no podrán ser tan importantes para ti como lo podría ser él, pero tú no decides, tú no puedes equivocarte, porque no escoges nada, tú no decides a quien querer, podríamos elegir el camino fácil o decidir elegir a la persona que tanto nos quiere y que está dispuesta a cuidarte, pero solemos tender a complicarnos la vida, a sufrir por querer a alguien y jodernos por ello cuando lo cierto es que nosotros no hemos hecho nada. Tú no decidirás dejar de quererle, no serás capaz de hacer oídos sordos todo el tiempo, pero si que puedes ser culpable de perderlo por tu miedo a quererlo.
De pequeño crees en la magia, en los cuentos de princesas y príncipes con un final feliz, en que los sueños se hacen realidad, en que no existen los problemas salvo elegir el mejor vestido para tu muñeca o el mejor coche para competir con tu amigo, en que tu grupo de amigas y tu seréis amigas para siempre...
¿Pero ahora? Ahora es distinto, ahora te das cuenta que la magia no existe que solo son hombres con trampas, que en los cuentos de princesas y príncipes ahora el príncipe pega a la princesa y el final no es feliz, si no trágico. Que los sueños no se hacen realidad si no luchas por ellos y ya ni eso se cumple, que los problemas existen y no se van tan fácilmente, que ahora las amistades no son eternas y que los amigos ya ni se cuentan con los dedos de una mano, que la gente olvida sin más, que ahora lo mas importante no es el amor ni la amistad, es el dinero, que la gente no lucha por ser mejor si no por joder al que tienes al lado. Que la gente cada vez valora menos, que ya casi nadie se deja llevar por el corazón si no por la cabeza. Que ahora con 7 años ya no se juega a las muñecas, se juegan con algo mas serio. Que el amor cada vez existe menos, que tu chico te deja al mes y si llega al mes, que es normal tener un hijo con 16 años. Con esto quiero decir que este mundo de mierda cada vez se hace peor que nadie hace nada para cambiarlo, que esta, es la triste realidad.
Quizás el amor verdadero sea una decisión, la decisión de jugártela por alguien, de entregarte a alguien sin pensar si te va a corresponder o si te va a hacer daño o si es el amor de tu vida. Quizás el amor no es algo que te ocurre, quizás sea algo que tu eliges, o que llega sin avisar...
