02 julio 2013

Y que solo tú eres dueña de tu vida;



Después de algún tiempo aprenderás la diferencia entre dar la mano y ayudar, y que compañía no siempre significa seguridad.
Comenzarás a aprender que los besos no son contratos, ni regalos, ni promesas. Comenzarás a aceptar tus derrotas con la cabeza bien alta y la mirada al frente, con la alegría de un niño y no con la tristeza de un adulto. Aprenderás a construir hoy todos tus caminos, porque el terreno de mañana es incierto para los proyectos y el futuro tiene la costumbre de caer en el vacío.
Después de un tiempo aprenderás que el sol quema si te expones demasiado, aceptarás incluso que las personas buenas podrían herirte alguna vez y necesitarás perdonarlas. Descubrirás que lleva años construir la confianza y apenas unos segundos para destruirla y que tú también podrás hacer cosas de las que te arrepentirás el resto de la vida. Entonces y sólo entonces sabrás realmente lo que puedes soportar, que eres fuerte y que podrás ir mucho más lejos de lo que pensabas cuando creías que no se podía más.  

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