10 octubre 2012

In illo tempore;




Tus padres se habían ido a no sé donde y la casa quedo para nosotros. Con la música a tope, preparaste una mezcla explosiva en una jarra mientras yo te quitaba, dulcemente, la ropa de cintura para arriba. Llenaste las dos copas hasta el borde. Bebimos. Nos entró la risa tonta, y se nos puso un brillo en la mirada que subrayaba nuestra juventud, y nos besamos como en las películas  y nos quisimos como en las canciones. "Cuando la realidad era el deseo y nuestro reino no era de este mundo".

-Luis Alberto de Cuenca, Por fuentes y fronteras.

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