10 diciembre 2010

Eramos como uña y carne..


Éramos como hermanas, tú eres la esencia de mi vida, todas las horas las pasaba a tu lado y todo eran sonrisas y felicidad cuando estabamos juntas. Pero llego aquel día, en el que te dijeron que te marchabas lejos de aquí, tan lejos que era imposible vernos, todavía recuerdo el día de la despedida, tantas lágrimas derramadas y guardadas en el corazón para no olvidarnos nunca, aunque nunca lo haríamos. Cuando te fuiste me sentía sola, perdida sin mi alma gemela, no sabía con quien desahogarme, ni con quien hacer locuras. Y tú sentías exactamente lo mismo, pero no pudimos hacer nada para cambiar esa sensación solo intentar cubrir ese vacío con otras personas. Pero nuestra relación claro que no cayó en el olvido, ella es mi mejor amiga, aquí y en la luna. Todas las noches son para ella desde mi móvil, todos mis e-mails son para ella. Siempre que estoy mal recibo una llamada para subirme los ánimos como tan solo ella sabe, y me da esa dosis de alegría que necesito para continuar, me da esa mano que tantas veces necesité para no hundirme en un pozo. Qué equivocados están los que dicen que la distancia acaba con todo, porque aquí estamos ella y yo, echándonos de menos, pero teniéndonos para todo.

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