25 diciembre 2010

Ese 25 de diciembre...




No puedo... No tengo ganas ni de escribir, no tengo fuerzas para pensar...
No lo entiendo, no entiendo que esto duela tanto, que nos pasaran tantas cosas en 4 meses... Aún recuerdo el 25 de diciembre de 2009, sabes? Me acuerdo de aquel privado, de la sonrisa que de repente iluminó mi cara, del momento en el que nos besamos por primera vez, no me importaba el frío, sólo me importaba el aquí y ahora, me la sudaban todas las consecuencias que eso pudiera conllevar...
Entonces comenzó todo, ya sabes el resto...
Pero dime por qué no consigo entenderte, no le veo sentido a lo que dices, sólo siento que me duele...
Es como si un niño corre mucho y se cae. Se hace una herida en la rodilla. Al principio llora. Llora mucho... Y piensa que ya no podrá levantarse del dolor... Hasta que viene alguien que lo cura, y se le forma una costra tan débil que en cualquier momento puede volver a abrirse, que necesita paciencia, y que puede dejarle marca...
Pero las heridas son así... Se hacen, duelen, te hacen sufrir... Pero tarde o temprano se tienen que curar...
No puedes pedirme que todo siga como antes, ni que no esté mal, porque sabes que yo no soy de esas personas a las que les es fácil ocultar lo que están pensando...
Pero lo que más me jode de todo es que la situación de ese 25 de diciembre la provoqué yo, si no lo hubiera hecho ahora no estaría llorando ni escribiendo esto, habría visto "28 días después" mientras te mandaba sms comentándola, habría dormido de un tirón y no sentiría esta necesidad de deshaogarme escribiendo...
No le des vueltas, no te eches la culpa, sólo hiciste lo que crees mejor para mí, para los dos... Y me cuesta mucho aceptarlo, pero no voy a dejar de creer en ti, como siempre he hecho... Y al final volveremos al mismo círculo vicioso en el que siempre te perdono después de tanto tiempo... Sólo que este tramo del círculo parece peor que los anteriores...

28 días después...

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